martes, 30 de julio de 2013

Inseguridades, por Silvana Melo.

Rodeada de alarmas, rejas y pitbulls, con gesto uniformado y mirada severa, la política decreta en días de campaña que la inseguridad es el problema favorito de “la gente”. Visten sus discursos de rigor, prometen mareas policiales (dispuestas al gatillo ligero), vigilancia panóptica, penas durísimas, cárceles inviolables, justicia impiadosa. Para que todos suspiren alivio, abracen sus bienes y encierren sus males en el patio de atrás. Para que haya castigo ejemplar, linchamiento institucional y denigración en cautiverio. Pero una vez que el delito fue. Nunca pre-ver la construcción del delincuente. Nunca reformular las vidas. Nunca torcer el germen de la violencia. Nunca transformar el nido donde se la acuna. 

Un 11,7% de los hogares argentinos sufre de “inseguridad alimentaria”: la ración de alimentos reducida obligadamente con serio peligro de sufrir hambre. La inseguridad alimentaria severa es un estado que abarca a un 5% de hogares y que implica la reducción de alimentos con consecuencias directas de hambre. En los hogares con niños el porcentaje trepa hasta el 8,1% (Barómetro de la Deuda Social Argentina 2013– Universidad Católica). El acecho del hambre (que no es lo mismo que una entradera) trepa casi al 25 por ciento de los hogares de las barriadas más populares. Y es hambre concreto (que apunta a la nuca y al estómago y es vejatorio y feroz) en el 10 por ciento de las casitas más pobres de los confines.

Contra esta inseguridad (la de aquellos que no tienen bienes que abrazar y con los males comparten cama y fideos) no hay spots ni proyectos de leyes ni penas severas ni cámaras de vigilancia ni discursos encendidos.

Algunas inseguridades pagan más que otras.


Sergio Massa se quita el saco y se arremanga amenazando con “pelear” contra la inseguridad en un video de campaña. También se quitó la sonrisa y se puso el rigor. A la vez, fletó siete proyectos ad hoc.

Entre ellos para que sea obligatoria una cámara cada mil personas. Para que el ojo del amo sea voyeur de la libertad ajena. O para engordar el negocio de los propietarios de la videovigilancia.

Entre ellos, para endurecer penas. A narcotraficantes, por ejemplo. Si es que alguna vez va preso alguno, por gracia de dios o del poder que un día ilusorio decide dejar de ser cómplice. Y de cortar los hilos por la delgadez del pibe que consume y se consume en una esquina. O del minidealer que fue pibe ayer y se convirtió en proveedor para subsistir.

Porque el 85,5 % de los habitantes del país tiene miedo (ODS – UCA) y no del hambre propia y no del hambre de los otros. No el miedo colectivo que reacciona colectivamente. Tiene el miedo puesto sobre la piel por la sangre y la muerte difundida en serie -veinticuatro horas-, tiene el miedo puesto sobre la frente por los discursos que le avisan que el afuera mata y que el otro mata. Y que es mejor quedarse en casa, en sillón individual y paredón feroz con alambre concertina.

Inseguros los niños de Lugano, muertos de frío y fuego en una casilla, solos. Insegura la bebe de siete meses que no sobrevivió a la helada catamarqueña porque el amanecer congelado se colaba por ranuras y ventanas. Inseguros los pibes que se niegan a trabajar para la bonaerense y desaparecen o terminan muertos en el zanjón del anonimato. Inseguros los pibes que se convierten en mano de obra del horror porque antes no fueron visibles para nadie. Inseguros los pueblos amenazados por el cianuro, el glifosato, el fracking y el suelo que se mueve a sus pies. Inseguros los pibes extirpados de porvenir y de esperanza. Que fuman y aspiran puñales y venenos.

Para ellos no hay leyes nuevas ni penas severísimas ni discursos que metan miedo ni políticas públicas.

Algunas inseguridades son más inseguras que otras.


Será por eso que 3 de cada diez no esperan que votar les cambie nada en la vida. Será por eso que no creen, esos 3, que votar transforme.

Y el escepticismo sube cuando el que pregunta se anima a los barrios de los confines. Donde votar nunca les cambió el desasosiego ni el olvido. Donde sólo los quieren para clientes que se descartan. Donde manda el puntero, la gendarmería en la frontera del bien y el mal y el plan para disciplinar rebeldes. Pero nada cambia nunca.

La vida sola y exonerada de la fiesta es siempre la misma. Picada de inseguridades sin candidatos que peleen por ellas. Ni proyectos de ley que endurezcan las penas para los propagadores del hambre. Ni para los replicantes de la desgracia.


lunes, 29 de julio de 2013

¿Década ganada?, por Julio Macera*.

“Hasta ahora, para que los pobres dejen de ser pobres, no se ha inventado otro más que este sistema: que los ricos dejen de ser ricos”. Carlos Mugica, sacerdote asesinado por la Triple A, el 11 de mayo de 1974. 

La frase del cura Mugica es un buen parámetro para aportar a la discusión que pretende definir el carácter de esta década. Más allá de números y estadísticas, si los ricos no perdieron su riqueza y lo perdido no pasó a manos de los pobres, la cosa puede haber cambiado en algo pero en el fondo todo sigue igual.

Y no solo los ricos no perdieron su riqueza, de las 200 empresas de mayor facturación durante los años 90, el 40% eran extranjeras, hoy ese porcentaje subió al 60%. En el comercio exterior, por dar otro ejemplo, el 70% de las compañías multinacionales manejan el 50% de las exportaciones. Es decir que la economía se extranjerizó y concentró. 

Entre los datos a resaltar de esta década está el aumento del empleo, cosa innegable y tan cierta, como que la mayoría del trabajo creado fue de baja calidad en condiciones e ingreso. Hoy 8 de cada 10 trabajadores ganan menos de $ 6.000, lo cual significa que obtener empleo no garantiza dejar de ser pobres, salvo claro, que aceptemos los números del INDEC y su canasta familiar.

Pero no son solo los trabajadores activos los que viven esta situación, el propio INDEC afirma que, algo más del 70% de los jubilados, reciben la jubilación mínima, ingreso que según El Defensor de la Tercera Edad (Eugenio Semino) solo cubre la mitad de la canasta familiar de un adulto mayor.

La incorporación de derechos es otro dato que permite medir lo ocurrido en una etapa, ya que ello es fruto directo de lo ocurrido en la economía. El primer peronismo es un ejemplo claro de lo que decimos, el desarrollo de una economía horizontal basada en el consumo interno y por lo tanto inclusivo, es la razón central de la incorporación de derechos colectivos a los trabajadores y el pueblo. En esta década, por el contrario, se incorporaron derechos individuales (de género, matrimonio igualitario, en contra de la discriminación, etc.) sin embargo no ocurrió lo mismo con los derechos colectivos, un ejemplo es que, salvo pequeñas modificaciones, continúa vigente la legislación sindical y la laboral de los 90.

Sin dudas, la política de juzgamiento de los crímenes cometidos durante la dictadura militar es un logro que este gobierno ayudó a lograr. La derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la anulación de los indultos de Menem fueron las herramientas que garantizaron ese éxito. 

La observación a hacer es que poco y nada se avanzó en la defensa de los derechos humanos hoy, el gatillo fácil sigue siendo una realidad que se sufre cotidianamente, en especial en los sectores más vulnerables económicamente y entre los jóvenes. La situación de los pueblos originarios, en especial ante la pérdida de sus territorios a raíz del proceso de sojización y la impunidad con que distintos gobiernos provinciales los persiguen y aún los asesinan son dos pruebas de lo que decimos.

Otro dato interesante para analizar la década es ver que ocurrió con las distintas medidas que podrían definirse como progresistas. Ya explicamos cual es la situación de los jubilados que en poco se diferencia con lo que vivían antes de la re estatización de los fondos de jubilación. Salvo, es bueno reconocerlo, el incremento del número de jubilados a partir de la moratoria resuelta en el primer gobierno de la presidente.

La llamada Ley de Medios, por su lado, poco avanzó en la democratización y multiplicación de voces. Nos aseguraban que con ella el 30% de las frecuencias iba a estar en manos de organizaciones sociales y/o pueblos originarios y hasta ahora, solo sirvió para que el dueño de las tragamonedas construya su propio multimedios y que, previa demostración de fe oficialista, todo siga igual en el resto, salvo para Clarín y aun este, gracias a la acción de la justicia, se mantenga tal como estaba antes de la ley…y con más audiencia aun.

Pero volviendo a la frase del padre Mugica, fue la misma presidente la que aseguró en uno de sus discursos que los empresarios, en estos diez años, “se la llevaron en pala”. Es decir que por ese lado no se cumplió el método que nos proponía el cura.

¿Y con los pobres? Ya contamos la situación de los jubilados y la del 80% de los trabajadores, sin embargo hubo, efectivamente, un aumento marcado del número de beneficiarios de planes sociales, en especial con la implementación del Subsidio Universal por Hijo. Este, más allá del hecho de no ser universal, representa el plan social más amplio de Latinoamérica. El problema es que no puede decirse que sea una herramienta al servicio de la distribución de la riqueza. Por el contrario, al provenir del ANSES, el mismo fondo que sostiene a la mayoría de los jubilados por debajo de la línea de pobreza y teniendo en cuenta que recibirlo no saca a sus beneficiarios de la pobreza, lo que existe en realidad es una distribución de la pobreza.

Ya vimos que los sectores de mayores recursos no solo no perdieron su riqueza sino que incrementaron sus ganancias en estos últimos 10 años, sin embargo, hay dos preguntas que nos permiten entender mejor lo ocurrido en esta década.

¿Qué pasó con la matriz productiva? y ¿qué pasó con la matriz distributiva?
La producción económica actual se sostiene en la extracción y exportación de riquezas naturales no renovables y en el cultivo intensivo de soja, así como en la exportación de sus derivados con poca mano de obra incorporada. Pues bien, las leyes que rigen a la minería y a la actividad petrolera son de los 90 y esta última legislación continúa vigente pese a la recuperación de la mayoría de la las acciones de REPSOL en YPF. El cultivo de soja, por su parte, comenzó también en los noventa aunque aumentó y empezó a sustituir otros cultivos y la a la actividad ganadera desde fines de los 90, comienzos del 2000.

En relación a la matriz distributiva nos explayamos más arriba, sin embargo, dos cuestiones ayudan a entender mejor su situación hoy. La ley de entidades financieras es la misma, con algunos cambios, que dictaron Videla y Martínez de Hoz y el sistema impositivo, con algunos cambios, es el de los 90.

Para terminar, los sectores ligados al oficialismo suelen llamar a estos puntos “materias pendientes”, la pregunta es si son eso o es el fruto de una decisión política de no modificarlos. La respuesta se la dejamos a ustedes.

*Julio Macera pertenece a APM, Asociación de Agentes de Propaganda Médica (visitadores médicos) y es el actual Secretario Adjunto de CTA Capital Federal

martes, 23 de julio de 2013

"Bayer, Roca, Chevron y los mapuches ", por Carlos Del Frade

La imaginación de la historia argentina es una cosa increíble. Mis libros que iban a ser quemados en una plaza pública ahora se dan como textos en las escuelas de San Cruz. Y mientras a las putas de San Julián siempre hay flores que la recuerdan, el coronel Varela, asesino de obreros, no tiene ni siquiera una placa…-dice Osvaldo Bayer mientras se le encienden sus ojos celestes como si fuera un pibe de 86 años que, además de escritor, periodista y militante permanente, ahora es actor en un teatro porteño, llevando adelante la representación de “Las putas de San Julián”, aquellas que se negaron a tener sexo con los fusiladores de los peones patagónicos de 1921.

-¿Por eso será que son los mapuches los que resisten la explotación del Yacimiento de Vaca Muerta de parte de Chevrón? – le preguntamos.

-Es increíble la imaginación de la historia argentina…Porque fijate la responsabilidad del presidente Avellaneda cuando reimplanta la esclavitud en la Argentina. Los jóvenes periodistas deberían ir al Archivo General de la Nación. Allí está todo. Los avisos oficiales que convocaban a la gente a llevarse a una china y un indio para los quehaceres domésticos, después de la llamada campaña del desierto del ministro de guerra, Julio Argentino Roca. Una verdadera vergüenza. Decisiones que no tienen nada que ver con los escritos de Juan José Castelli, Mariano Moreno o Manuel Belgrano…

-Por eso los mapuches defienden su tierra…

-Esas son las grandes deudas de este gobierno que ha hecho mucho. Pero sus grandes deudas son la defensa del medio ambiente y la devolución de las tierras a los pueblos originarios. Y eso se junta con esto de Vaca Muerta y Chevrón. Y la otra gran deuda, no hay democracia verdadera si existen villas miserias. Yo invito a la gente a que vaya a la Villa 31 de Retiro. Porque la mayoría de sus habitantes son chicos que te miran con esos ojos como diciendo “¿y éste quién es?”. Como pasa con las guerras donde los que más mueren son los chicos. Por eso mi gran sueño es que se terminen las guerras y las villas miserias…

Es verdad lo que dice Bayer sobre la desmesurada imaginación de la historia en estos arrabales del mundo.

Chevron es el nuevo nombre de la Texaco que antes fue la Standar Oil, la misma que celebró e impulsó el golpe contra Hipólito Yrigoyen, el 6 de setiembre de 1930; la empresa que nació en 1871.

A un año de la primera presidencia de Roca, nacía la abuela de Chevron.

Las vueltas de la vida colectiva y el regreso de los intereses de siempre.

Roca llegó a la presidencia por haber matado a más de 12 mil integrantes de los pueblos originarios y entregar las tierras patagónicas a las familias acomodadas de Buenos Aires y firmas extranjeras.

Los que se resistieron al exterminio fueron los pueblos mapuches y tehuelches.

Ciento cuarenta años después, los intereses dominantes en los tiempos de Roca vuelven por las riquezas patagónicas y, otra vez, son los mapuches los que ponen el cuerpo para defender la tierra de la agresión contaminante ya probada, juzgada y condenada en Ecuador.

-¿Cómo está la causa que le iniciaron los nietos de Martínez de Hoz? – quisimos saber.

-Como ellos piensan solamente en dinero me exigen un millón de pesos como resarcimiento del supuesto mal que les provoqué. Yo no tengo nada más que mi casita. Para colmo la jueza de la causa es una mujer de la dictadura. Por eso apelamos. Pero si pierdo, no me hago problemas, me instalo en la plaza, en la misma plaza que jugaba al fútbol de pibe…-dice Osvaldo Bayer, la mejor síntesis individual de la ética en un país donde todavía florecen los intereses de los defensores de la Standar Oil, Roca y los Martínez de Hoz.



Fuente: Entrevista realizada a Osvaldo Bayer en el programa “Sobre la Hora”, de AM 990, Radio Splendid, el sábado 20 de julio de 2013, por Mauro Federico y el autor de esta crónica.

viernes, 19 de julio de 2013

A nuestros chicos los mató la corrupción, por Alfredo Grande.

En la actualidad de nuestra cultura, se ha puesto en primer plano, y es bueno que así sea, una consigna: “la corrupción mata”. El hambre es la más atroz corrupción de la elemental necesidad de alimentarse. El crimen más cobarde y más impune. El hambre mata, porque es el registro psicofísico de la más básica necesidad que no puede no satisfacerse.

La corrupción y el hambre matan, no siempre al contado. La cultura represora asesina en cómodas cuotas, de tal manera que su mérito mayor es que la víctima ni siquiera se da cuenta de la sentencia que está siendo ejecutada. La pena de muerte no existe, al menos eso dicen, en su expresión jurídica. Dicen que dicen. Pero en su expresión cultural y política la pena de muerte sigue vigente y en su forma más brutal y grosera se la conoce como “gatillo fácil”.

Pero desde el pago fácil en adelante, todo es muy fácil para la cultura represora. Y cuando se pone un poco más difícil, entonces aparecen varios mazos para empezar a dar, dar y dar. Corrupción fácil: denunciarla es políticamente incorrecto o para decirlo menos suavemente, patente de gorila. En realidad, no hay nada más gorila que la corrupción, justamente porque en su origen el gorilismo fue corromper la voluntad popular. O sea: proscripción del peronismo. Así llegó Frondizi y así se fue cuando Framini Anglade ganaron en la Provincia de Buenos Aires. Ya sé: me quedé en el 62. Pero lo curioso es que ahora, algunas décadas después, es gorila denunciar la corrupción.

O cambiaron los gorilas, o el fundante de la democracia se ha corrompido.

Cuando ocurre la masacre de Cromagnon, la consigna más impactante y certera fue: “ni la bengala, ni el rock and roll, a nuestros chicos los mató la corrupción”. Recuerdo las marchas de familiares y amigos, de Once a Plaza de Mayo y posteriormente, de Plaza de Mayo a Once, dando la espalda al Poder. Durante más de 5 años acompañé esa lucha, en distintos espacios. Hoy recuerdo especialmente al abuelo de Julián Rozengardt, uno de los jóvenes fallecidos. Ariel Bignami, un militante comunista, periodista, escritor. Falleció hace pocos días y nunca pudo, y creo que nunca quiso tampoco, alejarse del dolor de esa pérdida atroz.

La corrupción mata, pero también deja cicatrices incurables de muchas heridas, a los que, de alguna u otra manera, logran sobrevivir. Ariel es uno de ellos. Familiares de Daniel Solano, desaparecido en Choele Choel, sostienen una heroica huelga de hambre. Piden algo muy simple y muy lejano: justicia.

La despiadada comercialización de manzanas en el valle de Rio Negro la realizan los mal llamados trabajadores golondrinas. Porque en verdad son golondrinas esclavas. Y Daniel desapareció. En democracia. Alguna vez nos daremos cuenta que cuando en democracia hay desaparecidos, lo que desaparece es la democracia. Y cuando se pretende negar que esto sucede, el cinismo de estado clama al cielo.

El ex supermercado “Tigre”, fue recuperado por sus trabajadores. Hace más de de 10 años que no logran la propiedad colectiva de lo que hoy se denomina LA TOMA. Incluso uno de sus referentes más importantes, Carlos Ghioldi, está bajo la espada y la justicia de Damocles. Acusado de un delito que no existe, pero la penalización y criminalización de toda protesta y lucha social llegó para quedarse.

La corrupción es en su esencia, profundamente anti democrática. Por supuesto que la cultura represora sentencia que “todos somos corruptos”. Confesión de parte, que de todos modos es útil para entender el nivel de podredumbre de nuestros preclaros dirigentes. Pero no es así: la corrupción no es un acto individual, no es un per saltum para sortear incómodas y muchas veces perversas inspecciones, como las realizadas en las intransitables rutas del país.

No es una táctica defensiva para que podamos avanzar en esos trámites insoportables, que duran años si lo hacemos como dios y el diablo mandan. Lo digo con todas las letras: la corrupción es una política pública. O sea: de Estado. De todos los Estados, desde el nacional al municipal. Con todas las excepciones que haya.

Si la corrupción no fuera una política pública, Ricardo Jaime ya estaría preso, a Schiavi no se le habría aceptado ninguna renuncia y mucho menos aplaudido, y De Vido tendría los anteojos en remojo. La corrupción política que implica defenestrarlo a Scioli para luego endiosarlo, y en lo único que Daniel cambió fue que apareció Massa, desde ya, con las manos en su apellido.

Democracia de escribanos, de gestores, de punteros, de patoteros. Los partidos de fútbol que se juegan sin hinchada visitante, puede ser el principio de un pensamiento para los nuevos tiempos: los partidos, no solo los de fútbol, se juegan solo con hinchada local. Esto puede llamarse ley de los partidos políticos, que está armada para que la gran final sea K contra K.

O sea: una interna partidaria que termina siendo una externa nacional. Mientras tanto, sin prisa, sin pausa, con brutales aceleraciones, que algunos llaman tragedias, la corrupción seguirá matando. Y si bien hay muchos anti imperialistas, a mi criterio sostienen lo que he denominado el “chavismo off shore”.

No hay anti capitalistas en los partidos mayoritarios. La idea de un capitalismo serio no es solamente un estado alucinatorio del kirchnerismo. Capitalismo es corrupción, porque su fundante no es el bien común sino el lucro. Y el lucro es siempre un robo. O varios. Siempre a los trabajadores, y no pocas veces a otros capitalistas mas débiles. Cadena alimenticia que le dicen. El pez grande se come al chico y así las minipymes aceptan las sobras del banquete, que no siempre son pocas.

A nuestros chicos, a nuestros mayores, a los pueblos originarios, a más del 80% de jubilados, a los enfermos en cuerpo, mente y alma, a los excluidos del sol aunque se los distraiga incluyéndolos en la luna, a los hambreados de pan y deseo, a los debilitados por tener vocación de cántaros que insisten en atravesar la fuente, a todos y mas aún, la corrupción los está matando. Por eso escribí “El crimen de la paz”.

La corrupción se esconde en los pliegues de la paz para cometer sus peores crímenes. Y sólo se denuncia en forma espasmódica, cuando la dimensión del crimen obliga a la cultura represora a incluir el significante “tragedia”. Nunca masacre, porque eso abriría la caja de Pandora donde se refugia la impunidad, el hada protectora de todas las corrupciones.

Los luchadores de siempre, desde Ariel Bignami hasta Daniel Solano, pasando por todos los mártires de dictaduras y democracias, no desean descansar en paz. Porque mientras haya injusticia, la paz es otro sueño eterno por el cual tendremos que seguir luchando. Sin descanso y sin tristeza. Y construyendo el “colectivo de héroes” que la tierra necesita.


martes, 16 de julio de 2013

"Cierre de listas electorales y prisión de Jaime ¿Fin de ciclo?", por Julio Macera.*



Dicen algunos y estoy de acuerdo, que hay dos sectores que son los que mejor huelen la pérdida de poder de un gobierno: el PJ y los jueces.

En este último mes hemos tenido la oportunidad de ver hecha realidad a la primera parte de este título con la presentación de las listas del Frente Renovador encabezado por Massa y en especial por el corrimiento, aun subterráneo, de sectores del PJ Bonaerense al demasiado pronto y pretenciosamente llamado “massismo”. Sin dudas, en el caso que el Frente Renovador triunfe en Buenos Aires, la mayoría de los caudillos locales y/o conductores de territorios harán cola para ser “massistas” de la primera hora, claro que de la primera hora posterior al final del escrutinio.

En la justicia, la otra parte del título, la resolución de la Corte Suprema rechazando la elección directa de los integrantes del Consejo de La Magistratura y otras resoluciones no tan conocidas, como la sentencia que le ordena al INDEC reinstalar en sus funciones a Marcela Almeida de ATE-INDEC, van en el mismo sentido.

Un párrafo aparte merece el pedido de captura, dictado por el juez Bonadío, del ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime. No por el pedido en sí, sino por el juez que lo dictó.

Claudio Bonadío reúne en sí mismo las características de los dos sectores de los que estamos hablando. No solo es juez federal, el sector más político de la justicia sino que él mismo llegó de la militancia en el PJ a su cargo. Tiene en su legajo haber militado, en los 70, en Guardia de Hierro y desde fines de la dictadura y comienzos de la democracia, en el FUP (Frente de Unidad Peronista) donde compartió políticas con Carlos Grosso, Eduardo Vaca, Eduardo Valdez, el fallecido Jorge Castells y Jorge Argüello, entre otros “pro hombres” del PJ capitalino.

Fue en esa época que Bonadío conoció a Carlos Corach, después Ministro de Interior de Carlos Menem y quién, en definitiva, lo impulsó como juez federal y lo colocó en la famosa “servilleta” de los jueces fieles al gobierno del riojano.

Por supuesto que el CV de Bonadío no hace menos justa la orden de detención de Ricardo Jaime, solo ayuda a entender porque se produce ahora y no antes y comprender que ese fallo significa otro anuncio del fin de un ciclo.

Y digo anuncio porque el fin de este ciclo no es producto del PJ ni los jueces, ellos apenas son los que lo huelen y lo confirman. Seguramente en ese fin algo tuvieron que ver los errores del gobierno, pero en especial fueron las luchas que muchos sectores llevaron adelante y esas “materias pendientes”, como llaman a lo que no quisieron hacer, que vuelven a interpelar al relato exigiéndole su cumplimiento.

Es cierto, los tiempos políticos poco tienen que ver con nuestras necesidades, pero no menos cierto es que somos nosotros y nuestras acciones los que definimos a esos tiempos políticos.

En el 2001, por ejemplo, mucho tuvo que ver una operación conjunta del PJ de la provincia de Buenos Aires (Duhalde) en alianza con sectores del radicalismo de la misma provincia (Alfonsín). Sin embargo pensar que ellos solo lo hicieron es un error.

El 19 y el 20 de diciembre expresó y sintetizó todas las luchas que enfrentaron al menemismo. La creación de la CTA y su unidad en la acción con el MTA, la resistencia de los jubilados y la CTA a la privatización de los fondos de pensión, la Marcha Federal del 94, las luchas populares de Cutral-Co y de Mosconi del 96, el Matanzazo del 2000, la creación del FRENAPO y su consulta popular del 2001, por nombrar las más grandes, construyeron el 19 y 20 de diciembre tanto o más que el “corralito” y las operaciones del PJ.

Entender que será lo que hagamos hoy lo que irá construyendo nuestro futuro, nos ayudará a no equivocarnos con falsas alternativas que el sistema nos ofrece para cambiar algo sin que nada cambie.

No alcanza con cambiar de delegados, el desafío es ser capaces de dejar de delegar y tomar el presente en nuestras manos, solo así construiremos el futuro que queremos.

Julio Macera pertenece a APM, Asociación de Agentes de Propaganda Médica (visitadores médicos) y es el actual Secretario Adjunto de CTA Capital Federal

lunes, 15 de julio de 2013

"La cumbre del Mercosur y los desafíos para la región", por Julio Gambina.

La cuestión global, no sola internacional, está en la discusión de la región sudamericana en estas horas de cumbre de presidentes del Mercosur reunidos en Montevideo. No es una cuestión de relaciones entre los países, sino de estructura y jerarquía en el orden mundial capitalista.

Es que lo que acaba de hacerse evidente a la sociedad mundial es el papel de EEUU en la orientación del sistema global.

Sea por el espionaje estadounidense o por la agresión imperialista al presidente boliviano producida la semana pasada, el antiimperialismo reaparece como desafío de época. No es nueva la denuncia sobre el carácter imperialista de EEUU y la subordinación europea, sin embargo, en estas horas se transformaron en hechos evidentes.

No todos los gobiernos de la región acuerdan en la calificación de estos acontecimientos, aunque todos los condenan, unos más enfáticamente que otros, es cierto. Esa diferencia está asociada a la mayor subordinación de cada uno de los países integrantes del Mercosur a la política de liberalización empujada por el imperialismo y que se manifiesta en variedad de acuerdos de libre comercio y tratados de defensa de las inversiones externas en convenios bilaterales.

Pero también a la subordinación de nuestros países a una institucionalidad gestada por las principales potencias del capitalismo mundial y el gran capital transnacional, caso del FMI, el Banco Mundial, el BID o la OMC.
Dependencia capitalista

El problema es la dependencia de los países sudamericanos respecto del capitalismo hegemónico, y no solo por definiciones más o menos afines a la política exterior de EEUU o Europa. Existe dependencia comercial, sea por exportaciones o por importaciones, en una región que profundiza la dependencia comercial por la venta de productos primarios, el petróleo, el gas, el cobre, la tierra y sus productos a los países hegemónicos del capitalismo global, pero también por la importación de bienes de producción generados bajo licencia de transnacionales originadas en el capitalismo desarrollado.

Existe también dependencia tecnológica en toda la línea de producción y servicios, más allá del comercio internacional, en el agro, la industria, el comercio, la banca, el turismo y las comunicaciones. En ese plano se confirma la dependencia financiera reforzada en décadas de liberación al movimiento internacional de capitales, donde la deuda pública es solo una parte, muy importante por cierto, de esa sumisión al régimen del capital.

El orden dependiente en el capitalismo está presente en cada una de nuestras formaciones económicas y sociales. La dependencia es un fenómeno externo e interno a nuestros países. La dominación capitalista en cada uno de nuestros países actúa desde las inversiones externas y la proyección al exterior de capitales originados en nuestros países. A eso sumamos una institucionalidad regional y global subordinada al interés de esos capitales transnacionales sin importar su origen.

La dependencia está modelada por la acumulación de capitales, con tendencia a disputar el mercado global. Por eso, más allá de formulaciones políticas más o menos críticas a EEUU o Europa, lo que se necesita analizar en toda la región son los condicionantes estructurales (económicos, políticos, sociales, culturales) y la capacidad para transformarlos.

Es una aspiración en las movilizaciones de ayer (los 80´y los 90´) y de hoy, las que gestaron la condición de posibilidad para el cambio político en Sudamérica al comienzo del Siglo XXI. Es algo que no siempre tienen en consideración los gobiernos, limitados en su accionar al campo de “lo posible”, lo que supone negociar la subordinación de un rumbo que termina afianzando la dependencia al capitalismo hegemónico.

La reunión de presidentes de países del Mercosur en Montevideo concentró los temas principales de la agenda política y económica, más allá de la declaración final y los avances institucionales que se materialicen, sea la inclusión como miembro pleno de Bolivia, o de Guayana y Surinam como estados asociados, o la pendiente situación paraguaya. No es un dato menor la presidencia pro témpore asumida por Venezuela, ejercida por primera vez desde su inclusión como miembro pleno sin el acuerdo de Paraguay.

Pero más allá de las informaciones oficiales y las discusiones explícitas de los funcionarios de gobiernos, los pueblos hablaron con movilizaciones de trabajadores en Chile, Brasil y la Argentina, las que se articulan con demandas extendidas en defensa de la naturaleza y los bienes comunes como acaba de pronunciarse la CTA. Esas manifestaciones populares se hicieron sentir en reuniones simultáneas de los movimientos populares realizadas en Montevideo.
Desafíos

Por lo señalado se nos presentan algunos interrogantes al respecto. ¿Cómo reacciona la región ante la evidente política imperialista de EEUU y Europa? ¿Por qué seguir negociando tratados de libre comercio entre la región y Europa? ¿Por qué continuar en ámbitos como el CIADI en defensa de los inversores extranjeros?

En rigor, el desafío pasa por la denuncia de los convenios internacionales que vinculan a nuestros países con una institucionalidad dominada por EEUU y a la que se asocia Europa. Solo como ejemplo mencionemos la presidencia del FMI ejercida por europeos y del BM por estadounidenses. Es una muestra de un orden surgido a fines de la segunda guerra y que no se corresponde con nuestro tiempo. Enfrentar esa institucionalidad supone cambios nacionales articulados regionalmente.

Somos conscientes que ello es obstaculizado por procesos de integración subordinada que empujan las trasnacionales, EEUU y Europa, como fue el ALCA, o el tratado en curso entre la región latinoamericana, especialmente el Mercosur y Europa. Claro que ya dijimos que la dependencia es también un fenómeno interno, que involucra a capitales locales y a los gobiernos de la región, por lo cual, no alcanza con la denuncia por acciones o iniciativas de España, Portugal, Italia, Francia o EEUU, y se impone un accionar conjunto en defensa de la soberanía popular en una perspectiva de integración alternativa.

El no al Alca inspira la negativa a los condicionantes internacionales que mencionamos, e inspira la necesaria profundización de caminos enunciados en nuevos procesos de integración, los que se afianzarán en tanto y en cuanto la participación popular movilizada defina los cursos de acción.

No se trata de recordar anteriores batallas, caso del ALCA, sino pensar en sus actualizaciones, tal el caso de la Alianza del Pacífico o los múltiples acuerdos y tratados vigentes para la seguridad jurídica de los inversores transnacionales. Todos ellos conspiran contra cualquier discurso o pretensión de proyecto emancipador.

Como siempre, la palabra la tienen los pueblos, en tanto sujetos conscientes que luchan contra la mercantilización de la educación, la salud, la energía, o el transporte, en defensa de los bienes comunes, del salario e ingreso populares, como del vivir bien o buen vivir re-significado de las culturas de los pueblos originario y campesinos de Los Andes.

Ahora que Bolivia se incorpora al Mercosur como miembro pleno debemos asumir el desafío de la discusión del orden capitalista vigente y la posibilidad del “vivir bien” para el conjunto de la población.

jueves, 11 de julio de 2013

"Adiós a la Osisko y el hechizo del Famatina", por Silvana Melo


“Le pusimos la mano en el pecho al gobierno para que quedara claro que no pasarán”. Omar Quinteros extiende la comunión a todos en la parroquia de Famatina. Aun a los que le patotean las misas que, dice, preside un dios que defiende la maravilla de su creación y no aceptaría ni mareado que le vengan a explotar el cerro para sacarle el oro de la panza. Omar Quinteros no le niega la oreja a nadie. Ni al que le dijo, en voz bajita, asomada la boca a la ventanita del confesionario, “aflojá o sos boleta”. Dice que con el intendente Ismael Bordagaray y la gente reunida en asambleas son “un trípode”. Ahí se para y se sostiene la dignidad. La resistencia que ya cumplió nueve años y expulsó a tres multinacionales. “Estamos esperando a la cuarta”, dice el cura a APe con una sonrisa clara. Avizorando un triunfo mínimo en la rescisión del contrato con la Osisko que el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, concretó el 2 de julio. Pero sin creerle demasiado, como la mayoría de la gente. Como el mismísimo cerro.

El 31 de agosto de 2011, Energía y Minerales Sociedad del Estado (EMSE) le abrió las puertas del Famatina a la minera canadiense Osisko Mining Corporation. En 2008 habían expulsado a la Barrick Gold, atraída por el ex gobernador Angel Maza. Beder Herrera era su vice, le combatió la sed menemista de megaminería que aquejaba a Maza, lo hizo destituir, impulsó la ley que prohibía la minería a cielo abierto, ganó las elecciones con el discurso encendido en defensa de los recursos naturales de su pueblo (Beder es famatinense) y dos días después “se reunió con todos los mineros para repartir la provincia”, recuerda Carina Díaz Moreno. Que argumenta con esta historia ante la Agencia de Noticias Pelota de Trapo por qué no cree una sola palabra de lo que diga o decrete el Gobernador.

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La Osisko pagó 500.000 dólares en efectivo para asomarse a “cuarenta kilómetros cuadrados de ambientes montañosos, únicos y frágiles”, como define el biólogo Raúl Montenegro a las tierras del Famatina. “El botín, una reserva estimada de 8,97 millones de onzas de oro”. Varias promesas de trabajo y prosperidad muy parecidas a las de la Barrick y que Omar Quinteros dibuja como “pan para hoy y hambre y desolación para mañana”.

Desde el año 2004 asambleas ciudadanas por la vida –es decir, familias, docentes, chicos, médicos, productores rurales, peones, mujeres solas, viejos solos- supieron armar un cerco que no dejó pasar a la Barrick, a los chinos de Shandon Gold ni a la Osisko. Tres multinacionales –que manejan poder político, económico, mediático, jurídico y policíaco- se replegaron ante gente de a pie.

“Creemos que ésta es una movida política en un año electoral para sacar el tema de agenda. El verdadero triunfo fue el 2 de enero de 2012 cuando comenzó el corte en Alto Carrizal, toda la provincia se dio cita y le pusimos la mano en el pecho al gobierno para que le quedara claro que no pasarán. (“Los alumnos de mi escuela ponían ramas, piedras, palos y se acostaban encima para que nadie pasara”, recuerda Carina Díaz Moreno) Esto no es más que una mera cuestión administrativa”, dice Omar Quinteros a APe. Acusado de tocar las campanas cada vez que la Osisko intentaba entrar. El tañido era la sirena para que la gente dejara todo lo que estaba haciendo y se volcara al cerro, a resistir. Incrédula con todas las promesas, las mismas que habían traído a la mesa la Barrick y la Shandon: “la fuente de trabajo prometida es para los altamente calificados. No para los pobres obreros que no saben de computadoras ni de alquimias para la sopa química ni de lixiviación”.

“Si ganan las elecciones en octubre, volverán con algún convenio con otra minera. Porque mientras anula este contrato, hay media provincia entregada a otros proyectos mineros”, dice Quinteros. “Hay tres echadas: estamos esperando la cuarta”, sonríe. “Famatina es un paraíso, una isla por su microclima. Por él pasa el camino del Inca, es un patrimonio de la humanidad”, dice el cura de ese lugar en el mundo que eligió.

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Carina Díaz Moreno nació a los pies del cerro. “Es el creador del agua. Sus nieves eternas nos resguardan. Es lo que se llama un cerro esponja, es nuestro tanque de agua. Pero además es parte de nuestra identidad: nosotros somos parte de esta montaña”.

A nadie le importó que los tres proyectos mineros repelidos por la gente “destruirían en forma irreversible la cuenca hídrica ubicada en ambiente semiárido ya expuesto a cambio climático global”; que desaparecería la chinchilla del Famatina –es su único hábitat en el planeta-, las cuatro especies en peligro, las cuatro vulnerables y las trece raras que se preservan en el cerro (Raúl Montenegro – “La Osisko y sus políticas de trabajo”), que se crearía una fuente de contaminación química y acuática, que se producirían derrames ácidos que durarían siglos, que se utilizarían mil litros de agua por segundo para limpiar el cianuro que se usó para separar el oro de la roca, que la escasa agua que irá quedando (para el 2030 lloverá un 21% menos y un 53% menos lloverá para el 2070) se emparentará irremediablemente con el cianuro, que el cerro se derrumbará bajo las explosiones y se llevará con él a la agricultura, la ganadería y el turismo.

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Omar Quinteros recuerda diciembre de 2011 cuando, días antes del corte en el Alto Carrizal, aparecieron las listas negras de vecinos. “Decían que era una lista de gente a la que iban a llamar a dialogar… pero estaban catalogados de peligrosos y revoltosos, de mafiosos. ¿Quién va a llamar a gente así a dialogar?”. Carina Díaz Moreno aparece en la lista como docente de educación física. Su nombre está marcado y una flecha indica “cabecilla”.

“Yo estuve en la mira, pidieron mi traslado, que se me prohibiera tocar las campanas, soporté una campaña de desprestigio en los medios y tengo dos causas judiciales –relata el sacerdote a APe-. Una como autor intelectual de una agresión a la diputada Adriana Olima (FpV, principal puntal de la lucha pro minera en Famatina), que hizo una denuncia porque le tiraron una botellita con agua… no sé, sospecharían que estaba bendita el agua…”

Carina Díaz Moreno tiene 8 causas judiciales encima. Y se apasiona cuando revive la represión del 11 de mayo, cuando en un acto del PJ se anunciaba la presencia de Beder Herrera y el pueblo salió a la calle. Ella apunta directamente a “Felipe Alvarez el Ministro de Seguridad que hoy es candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria”.

“Nos reprimieron a balazos, garrotazos y pedradas”. Ella tiene los rastros de mayo en la piel y en la indignación. “Nos tenían atrapados y no entiendo por qué nos baleaban porque ya nos tenían”. A Daniel (el compañero que la abrazó para protegerla y recibió un balazo en el brazo) “lo patearon en la espalda, lo esposaron, lo levantaron de las esposas, le robaron la cámara y le patearon la boca”.

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Ella y Quinteros aseguran que: el municipio ya no recibe los fondos coparticipables por ley; que los medios están cooptados a través de la publicidad oficial; que algunos han recibido un millón de pesos a cuenta de; que hay 50 vecinos procesados; que a muchos de ellos la justicia les impuso una caución de diez mil pesos (es decir, deben pagar para no ir presos); que el intendente ha hipotecado su casa para juntar el dinero; que se amedrenta a la gente con golpes, con miedo, con la justicia, con la policía.

Pero siguen de pie. Como el cerro.

Que conserva las laderas azules como hace mil años, cuando era de los diaguitas y los capayanes, que le quitaban oro y plata como hormigas para tributar al Inca. Cuando llegaron los conquistadores, se refugiaron en las fortalezas escondidas en el cerro, cuevas de salamancas y hechizos. Resistieron años hasta que los huincas los desalojaron y se frotaron las manos ante el vientre dorado del Famatina. Pero los hechiceros, que habían resistido a su manera, lo dejaron encantado. Angustias y muerte, derrumbes y asfixias sufrieron quienes intentaron penetrarlo. El viento de la altura los echó al llano a los que quisieron escalarlo.

Sus laderas siguen azules hasta hoy. Ni Osisko ni Shandon ni Barrick pudieron con Famatina y Chilecito.

El hechizo está intacto.

lunes, 8 de julio de 2013

Cultura, arte, subsidios, Estado y Gobierno, por Julio Macera*.

La reciente revelación en el programa de Lanata sobre los pagos del gobierno a los artistas por su participación en eventos oficialistas, así como los distintos subsidios a productos televisivos y/o cinematográficos produjo un revuelo que aun dura, entre los distintos sectores involucrados.
Indignados exigiendo que el estado deje de subsidiar a la cultura y se ocupe de temas a los que ellos, de ser gobierno, no tomarían en cuenta por un lado y por el otro, tipos que defienden políticas que no mejoran la situación de los trabajadores, levantando la bandera del derecho al trabajo bien remunerado. Ni tanto ni tan poco.

Digámoslo claramente: un estado al servicio del buen vivir debe garantizar la educación, la salud y el trabajo digno pero, además, tiene un rol indelegable en la promoción de la cultura y el arte. Eso no debería ser discutido, si el estado no subsidia la cultura esta queda, como en otros temas, en manos del mercado y el negocio privado.

Es falaz la disyuntiva hambre o cultura o vivienda versus arte. La cuestión a discutir es otra y surge de la confusión estado y gobierno.

Lo que el gobierno hace es subsidiar amigos y/o aplaudidores, algo muy distinto a sostener la cultura y ese debería ser el centro del debate y no cuanto se “gasta” en el arte o cuánto cobra un artista.

¿Es posible garantizar esto? Claro que sí y la forma mejor es justamente hacer lo contrario a lo que hace el gobierno hoy.

Lo primero es abrir el debate sobre el modelo cultural que pretendemos, definición que no debería quedar en mano de los funcionarios de turno (Cosia, Abal Medina y hasta De Vido) y ni siquiera de artistas y/o gente de la cultura solamente. 

El modelo cultural debe ser debatido por el conjunto de la sociedad y plasmado en una legislación que garantice su cumplimiento efectivo. Los números de la política de subsidios, por su parte, deben ser públicos para poder ser controlados y auditados por sus beneficiarios, es decir, nosotros.
La cultura es siempre una construcción colectiva y por su carácter está alejada de burócratas y oficialistas. El arte, por su lado, tiene el rol de poner en discusión lo establecido y es por eso que poco tiene que ver con los gobiernos de turno.

Estas definiciones no son utópicas y hay ejemplos concretos en el mundo de que es posible llevarlas adelante. Claro que, como tantas otras cosas, depende de la voluntad política de hacerlo y eso es lo que parece faltarle al gobierno.

*Julio Macera pertenece a APM, Asociación de Agentes de Propaganda Médica (visitadores médicos) y es el actual Secretario Adjunto de CTA Capital Federal

domingo, 7 de julio de 2013

"EL PAPA FRANCISCO A LOS 100 DÍAS DE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI" por Víctor Codina sj. Teólogo Jesuita español residente en Bolivia desde hace 31 años.

Una vez pasado el vendaval que sacudió no solo el Vaticano sino toda la Iglesia, quisiera hacer cuatro breves reflexiones y cuestionamientos sobre algunas experiencias que hemos vivido en estos últimos tres meses desde la renuncia de Benedicto XVI.

1. En primer lugar llama la atención el folclore mediático que ha acompañado a estos acontecimientos, con el mismo despliegue informativo con que se cubre una boda real, unos juegos olímpicos, la concesión de los Oscar o unas elecciones políticas importantes. Tanto se comentaban las intrigas de la curia y de las finanzas vaticanas y se hacían quinielas sobre los cardenales papables, como se cuestionaba si el Papa renunciante y emérito continuaría con sus zapatos rojos o llevaría otros de color café que le había fabricado un artesano mexicano. Hay que agradecer el trabajo de los medios. La Iglesia es ciertamente humana y muy humana, y no podemos huir hacia fáciles espiritualismos. Pero ¿es esta la imagen de Iglesia que los cristianos reflejamos en nuestra sociedad de hoy?

2. Quizás lo que llama más la atención es el rápido cambio de clima eclesial que se ha operado en estos tres meses. Se ha valorado mucho la renuncia del anciano Papa, pero ya no se habla de crisis eclesial, ni de pederastia, ni de intrigas vaticanas, ni de los partidarios de Lefèbvre. Los libros de Ratzinger, que hasta ahora llenaban los estantes de las librerías católicas, han dado paso a las biografías y escritos de Bergoglio. Los medios comentan ahora las “florecillas del Papa Francisco”: sus homilías sobre la misericordia y el perdón de Dios, la necesidad de ir a las periferias y “oler a oveja”, cuidar la creación, no hacer del dinero el centro de la vida, pensar más en el hambre de los pobres que en los bancos, su libertad profética ante jefes de Estado, sus deseos de edificar una Iglesia pobre y de los pobres pero que no sea una simple ONG piadosa sino la Iglesia de Jesús, sus bendiciones a niños enfermos o discapacitados, su visita a la cárcel de jóvenes el Jueves Santo, sus atenciones a un miembro de la guardia suiza al que le ofrece una silla y un refrigerio. Mantiene sus viejos zapatos negros de antes y reside fuera del Palacio Vaticano. Algo está cambiando en la Iglesia. ¿No lo notamos?

3. Junto a todo esto, también se ha puesto de manifiesto la gran ignorancia y la deformación teológica de grandes sectores de la población cristiana sobre la Iglesia, como si la Iglesia se identificase simplemente con el Papa y la curia vaticana, como si el Papa fuese el representante de Dios en la tierra y la cabeza de toda la Iglesia. La Iglesia la formamos todos los bautizados, la única cabeza de la Iglesia es Cristo y el Papa es ante todo el obispo de Roma, como el Papa Francisco repetidas veces ha manifestado, no solo por humildad sino por el sentido de colegialidad con sus hermanos en el episcopado. La misma denominación de Vicario de Cristo no es la más primitiva ni la más exacta, pues el que hace las veces de Cristo en la Iglesia es el Espíritu, y en la época medieval los que eran llamados vicarios de Cristo eran los pobres. El Papa es el sucesor o vicario de Pedro, un apóstol llamado piedra y cimiento de la Iglesia, pero al que también el evangelio llama piedra de escándalo y Satanás. ¿No habría que procurar una mayor formación de los cristianos bautizados?

4. Por último, a pesar de todos estos cambios positivos y esperanzadores que hacen presagiar una nueva primavera eclesial, resuenan todavía en nuestros oídos las palabras proféticas del viejo obispo poeta Pedro Casaldáliga:

Deja la curia, Pedro
desmantela el sinedrio y la muralla,
ordena que se cambien todas las filacterias
por palabras de vida, temblorosas.

Todavía seguimos soñando con una Iglesia alejada del Estado Vaticano, de su bandera, su himno, su banca y su guardia suiza, de sus nuncios diplomáticos. Soñamos con un Iglesia que vuelva a Galilea donde se manifiesta Jesús de Nazaret, el carpintero muerto y resucitado, y donde Pedro no lleva zapatos rojos, ni de color café o de color negro, sino simples sandalias de pescador. Ciertamente no podemos ser ingenuos, pero como recordaba Pedro el día de Pentecostés, el Espíritu es quien hace que los jóvenes tengan visiones y que los ancianos tengamos sueños (Hechos 2, 14-21, citando a Joel 3,1). ¿Podemos extinguir el Espíritu?


"INDIGNACIÓN DE HERMANO" por Eduardo de la Serna.

Hace varios años, cuando Evo Morales ganó las elecciones en Bolivia, un supuesto cómico, de la radio de la Conferencia Episcopal Española, imitando la voz de Rodríguez Zapatero, se burló del recién electo presidente. Luego se burlaron los sumisos de que no usara corbata, y hasta el rey Juan Carlos (ese que manda callar a otros presidentes) dijo que ya iba “a aprender” (¡claro, es ‘indio’ y no sabe...). Hoy son pocos los presidentes de la región que usan esa cosa sin sentido, y hasta el niño Maurizio aparece sin ella con frecuencia. Pero ya en aquellos días me irrité enormemente. No me imaginaba a nadie burlándose así de Sarkozy, de Angela Merkel , ni siquiera de Berlusconi. O para venir a estos pagos, ni siquiera de Lula, o de Álvaro Uribe, o de Néstor Kirchner. Pero se trataba de Bolivia...

Recuerdo hace muchos años que un avión de una base de los EEUU en Italia en vuelo rasante cortó un cable de un teleférico y murieron algunas personas. Inmediatamente los EEUU llevaron al piloto “a casa” y jamás pudo ser juzgado. Hay cientos de casos de soldados de ese mismo país que han violado mujeres “aborígenes del lugar”, e inmediatamente son trasladados (en Argentina recordamos la exigencia de inmunidad que pidieron al Congreso para hacer ejercicios militares en nuestro suelo, cosa que en la última década le fue negada). Hace diez días en Colombia mataron a un agente de la DEA que estaba de visita (no en “funciones”, al menos eso dicen. Uno nunca sabe). Lo mataron en lo que allí llaman “paseo millonario”: uno toma un taxi, este para en un lugar (por ejemplo un semáforo) y suben dos personas que secuestran al susodicho llevándolo por horas (y hasta días) de cajero automático en cajero automático. Esto es lamentablemente muy frecuente en Bogotá, y en este caso le pasó a él. Lo extraño es que fue asesinado. ¿Resultado? En 3 días estaban detenidos todos los probables culpables del crimen, del mismo crimen habitual por el que nunca nadie es detenido.

Ahora resulta que un “muchacho” de los servicios secretos reveló algo que no extraña a nadie: que los EEUU “escuchan”, investigan, espían. El fulano está medio escondido por ahí, en Moscú, previo paso por Hong Kong y pidiendo “exilio”. EEUU amenaza a Ecuador con recortes económicos si lo recibe, en un clásico “apriete”.

Y ahora, otra vez Bolivia. Resulta que Evo Morales -y no sólo él- viajó a Moscú, y a su vuelta, le detienen el avión, no le conceden el paso en el espacio aéreo de unos países de Europa y allí queda Evo detenido por varias horas. Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia habló de “secuestro”. Finalmente el avión fue autorizado a seguir vuelo, según los Medios, después de ser revisado. (Y recuerdo el escándalo de algunos Medios en Argentina cuando el gobierno revisó unos aviones que venían a entrenamiento de militares donde estaba en su derecho, y se había declarado lo que debían traer. “Curiosamente” había algunas ‘cositas’ de más).

Y acá me surgen algunas preguntas:

* ¿Cómo es que todavía hay algunos que dudan que EEUU sea un imperio, con mentalidad imperial y que exige sumisión colonial?
* ¿Alguien se imagina a algún país deteniendo el avión de Angela Merkel, o -¡válgame Dios!- el de Obama? ¡y revisándolo!
* ¿Alguien se imagina que algún país latinoamericano pueda lograr que un país europeo detenga (o “secuestre”) a un presidente en su avión?
* ¿Qué dirían los Medios del Mundo si un país latinoamericano detuviera el avión donde viaja el Primer Ministro de un país europeo?
* Lo de Viena (¡¡¡Vie-na, el de la Convención!!!), España, Portugal, Francia e Italia ¿cómo se llama?
* Si el espionaje al resto del mundo, el control sobre las redes sociales, y hasta el control de Medios lo hicieran otros países, ¿qué dirían? Porque -si mal no recuerdo- cuando de Ecuador, Venezuela, Argentina y otros se trata que intentan simplemente regular hablan de “mordaza”, “control sobre los Medios Independientes (jaja)”, pero si lo hacen “ellos” ¿se trata de “seguridad”?
* Finalmente, recuerdo hace muchos años que charlaba con una chica de la comunidad que es uruguaya. Y a raíz de algo que dijo (y para provocarla un poco, debo confesarlo) le dije:”¿Cuándo los uruguayos van a entender que son una provincia de un país que se llama América Latina?”. Habituada a la estupidez de muchos argentinos (que creen, o se burlan de los uruguayos como si fueran “provincia argentina”), empezó a vociferar por lo que yo había dicho hasta que se detuvo. “-Ah... dijiste “América Latina”. Eso es lo que creo; y hoy Bolivia, que es otra provincia de esa Patria Grande, es -una vez más- ofendida. Y me irrita. Y repudio. Y escribo en solidaridad a un pueblo maravilloso, y pensando en tantos y tantas bolivianos que conozco y quiero.

Termino con una nota marginal: no logro entender bien por qué, pero me llama la atención que muchos ambientes religiosos de América Latina supuestamente progresistas se han vuelto incapaces de entender (¡y amar!) los procesos populares; sean estos deportivos, sociales o políticos. Sospecho que debe tener algo que ver el creerse vanguardias, o “ilustrados”. Y sospecho que muchos, en este caso (y “en este caso”, concretamente, muchos en Bolivia) hasta celebrarán, o aprovecharán esta falta de respeto, para hablar mal de Evo Morales (con frases como “en algo andaría”, “por algo será” o cosas semejantes). Sin darse cuenta que así ofenden a todo un país digno y hermano. Y con él a los muchos hermanos latinoamericanos. Hermanos que como bien dice el Martín Fierro deben estar unidos si quieren sobrevivir en la “selva global”:

«Los hermanos sean unidos
porque esa es la ley primera
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea
porque si entre ellos pelean
los devoran los de afuera».